miércoles, 2 de abril de 2014

La deuda de transparencia del DF


Compañer@s:

Nos comparten la siguiente nota periodística:

por Cristopher Ballinas Valdés
2014-03-26 23:04:35 
Categoria Columnas

La noción de transparencia gubernamental ha pasado en unos años de ser un concepto marginal a ser uno representativo del modelo ideal de gestión pública. No debe de ser entendido como una cortesía de los gobiernos ante las demandas ciudadanas sino como un elemento esencial para la rendición de cuentas, y una herramienta efectiva para el control de las tentaciones de los gobernantes.
El anuncio del cierre parcial de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, anunciado hace unos días por el Gobierno del Distrito Federal, es un ejemplo claro de que a pesar de las demandas ciudadanas, los gobernantes no tienen una política de gobierno abierto que permita ver claramente el proceso de gestión y decisión gubernamental en los problemas que diariamente le afectan.
Al margen de los dimes y diretes entre gobierno, proveedores y administradores, el cierre parcial de la Línea 12 revela un problema de fondo en el gobierno de la capital. A pesar de que éste se ha erigido como un paladín de los derechos políticos, poniendo en la agenda nacional la discusión de derechos y libertades políticas (como lo son el derecho a matrimonio a personas del mismo sexo, o la despenalización a la interrupción voluntaria del embarazo, entre otros), en el fondo no ha podido instrumentar una serie de derechos y libertades políticos esenciales que deben prevalecer en la gestión gubernamental moderna.
La transparencia no es el simple acto de poner a disponibilidad de quien los solicita documentos e información gubernamental una vez que se han llevado a cabo decisiones o se han ejecutado una serie de disposiciones y política. El ciudadano, en sus derechos políticos, necesita de conocer el origen de las decisiones, sus objetivos así como los criterios que llevan a tomar una decisión de determinada manera y no de otra, las alternativas que se consideraron, así como aquellos elementos que se privilegiaron sobre otros en la toma de decisiones.
Desde esta perspectiva, no basta con poner a disposición de los medios los contratos entre proveedores y el Gobierno del Distrito Federal, o argumentar que las dependencias involucradas en la vigilancia del gasto conocían de estos. Funcionarios actuales y pasados necesitan dar a conocer plena y cabalmente las razones y criterios que se utilizaron para tomar la decisión de cerrar parcialmente una Línea de vital importancia para el transporte en la capital. Igualmente, se necesita transparentar los criterios por los cuales se decidió realizar una obra de tal magnitud con tales características, informando aquellas fallas y en qué momento se presentaron. Más importante, es necesario transparentar el proceso de toma de decisiones del Gobierno del Distrito Federal para decidir la construcción de un sistema de transporte de tales características vis-a-vis otras alternativas más novedosas, efectivas, económicas y sustentables.
El escándalo desatado por la decisión de cerrar la operación de una parte importante de la Línea 12 del metro es sin duda uno de los mejores ejemplos de la gran deuda que tiene el Gobierno del Distrito Federal en materia de transparencia. En ese sentido, el InfoDF debe de demostrar tanto su verdadera independencia con el gobierno de la capital, así como su compromiso con la transparencia creando las bases para que este derecho político no sea sólo un deseo para los ciudadanos de esta ciudad.

* Gracias a nuestro compañero Félix Calderón Radilla por la nota.

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